viernes, 19 de diciembre de 2008

El Gentilicio y La Palabra Batán

Del gentilicio Bataneaos.

Contrario a lo que se creía popular y equivocadamente a los habitantes de San Sebastián se les conoce por el gentilicio de “bataneaos” por que a todos los habitantes de los poblados, ciudades, barrios, pueblos, villas o colonia llamadas San Sebastián, se les conoce con el mismo gentilicio. Versiones romantizada hacían alusión a que tal gentilicio se derivaba del nombre de la tela llamada batán que se dice se producía en los años treinta en San Sebastián. Sin embargo el nombre de esta tela no tiene ninguna relación con el gentilicio bataneaos. La tela se llamaba así, porque el batán es la pieza central que amalgama, junta o prensa los hilos en la elaboraron del textil artesanal. Nuestro gentilito lo compartimos con millones de personas oriundas de lugares llamados San Sebastián.

Por Hugo de Burgos

La Palabra Batan


Según una definición de Covarrubias, publicada en el año 1611, “un batán es cierta máquina ordinaria de unos mazos de madera muy gruesos, que mueve una rueda con el agua, y estos golpean a veces en un pilón, donde batanan los paños para que se limpien y se incorporen y tupan”.

La primera referencia sobre el empleo de batanes en España data del siglo XII. El investigador catalán José Balarí y Jovany, dice lo siguiente: “ Un documento que lleva fecha del 17 de junio de 1166 de cuenta de dos batanes situados cerca de Gerona”. Parece probado que de esta comarca se fueron extendiendo al resto del país. En documentos de la época se habla de “aceña trapera”, “molin draper” y “molino trapero” para referirse a los batanes, lo que nos da idea de que su difusión y empleo fue posterior a la de los molinos.

A mediados del siglo XVIII había en nuestra región cerca de 200 batanes funcionando, según datos recogidos en el Catastro del Marques de la Ensenada, en la actualidad solo quedan algunos restos diseminados por la geografía asturiana, y cuya existencia queda reflejada en la toponimia de los pequeños pueblos o en el recuerdo de las personas mas ancianas del lugar donde se asentaban.

Los últimos batanes que estuvieron funcionando en Asturias fueron: uno en el concejo de Aller, en Santibañez de Murias; otro en el concejo de Cabrales, en Arenas, varios en el concejo de Allande, en Otriello, Noceda, Fonteta, Arbeyales y Fresnedo, y otro en el concejo de Cangas de Narcea, en Besullo.

Hasta el año 1965 funcionó uno en Parada de Navelgas (Tineo), que tuvo como últimos clientes a los vaqueiros de las brañas cercanas y que pagaban al pisador o batanero, en esa fecha, 8 pesetas por cada vara de tela abatanada. En Parada se dedicaba un batán para la lana negra, de la que se sacaba la sarga para hacer escarpines, y otro a la lana blanca, usada para elaborar mantas, faldas y pantalones.

Otra referecia que se tiene de la palabra, es que esta tiene un origen árabe, pero bajo esta etimológia la palabra no presenta significado alguno.



Universidad de Oviedo, España

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